El proyecto fue creado tras ganar un concurso privado para la reforma de un edificio de oficinas en el distrito 22@ de Barcelona. Se plantea un nuevo lobby diáfano, evitando las soluciones comerciales convencionales, y con una propuesta que mantiene coherencia tanto en temas de forma como en la utilización de los materiales y sistemas constructivos. El mobiliario y las lámparas están diseñados con acero bruto y madera brillante como principales materiales.
En la intervención paisajística se incorporan criterios de biofília y de diseño según los estándares de la certificación Well, unos criterios pensados para mejorar la salud y el bienestar para conseguir empresas saludables y retener el talento. Se dignifica la entrada: el muro vegetal continuo de la fachada interior invita al peatón a entrar en el edificio. La portaLa puerta de cristal hace que el vestíbulo sea visible desde la calle. A partir de esta transparencia se potencia la permeabilidad de estos espacios.