Casa SV
Barcelona
2019
Residencial
Contacto con la naturaleza en un entorno urbano
La casa se emplaza en un entorno urbano inmejorable, adyacente al bosque del Parque de Collserola y con incomparables vistas de la ciudad de Barcelona. Un lugar privilegiado para construir esta casa. La vivienda disfruta de las ventajas de la ciudad a la vez que las de una casa en el campo. Un proyecto en el que se han utilizado métodos de producción tradicionales. El diseño incorpora soluciones energéticamente pasivas aprovechando recursos y materiales de proximidad para generar un espacio auténtico, agradable y relacionado con los espacios exteriores.
La casa se distribuye en tres niveles. En la planta baja se encuentran las zonas comunes, la sala de estar, la cocina y el comedor. En planta sótano se ubica la zona del servicio con acceso independiente desde la planta baja, así como el dormitorio de invitados, una sala polivalente, baños con acceso al jardín y el garaje. En la planta superior se sitúan los dormitorios de los niños compartiendo baños, una biblioteca en los módulos más grandes y una suite en el extremo opuesto.
Los espacios de casa están abiertos hacia el exterior. En la fachada, los muros perpendiculares y jardineras cruzan los límites. Se establece una relación entre el interior y las áreas externas, desdibujando los límites, reforzando la relación con el vuelo del gran voladizo en la fachada meridional. Los elementos exteriores participan del orden interno del proyecto.
Todos los elementos han sido diseñados especialmente y con la máxima atención a los detalles en todas las escalas, desde el sistema constructivo a los muebles. Los ladrillos hechos a mano en una fábrica local fueron producidos por maestros artesanos y se diseñaron especialmente para ese proyecto. La unidad del ladrillo y sus dimensiones determinan el tamaño de los espacios y del módulo de los marcos metálicos de la estructura de acero que se apoyan sobre los muros de ladrillo. Esta retícula metálica modula el proyecto de forma elástica según las necesidades y los límites deseados. Se trata, por tanto, de una sistematización flexible que da un orden implícito a todo el proyecto. Las vigas, de madera de roble macizo, fueron escogidas y aserradas por un aserradero local y se dejaron secar expuestas al sol durante tres meses para estabilizar sus movimientos. Una vez manipuladas, se les hicieron unas puntas específicas para enrasarlas en los perfiles metálicos. Estos elementos forman parte del sistema estructural y estético, con interesantes texturas y acabados tanto en espacios interiores como exteriores.
Un proyecto genuino, diseñado y pensado para satisfacer las voluntades de una familia. Cada hoja, cada material, cada color, cada reflejo, cada olor, cada sonido… debe seducirnos. Un sitio para el disfrute de los sentidos, una casa para ser vivida en felicidad, así como un lugar para la intimidad personal y familiar.